Mantener nuestra seguridad y la de nuestra familia siempre es una prioridad. El entorno en el que vivimos está lleno de situaciones inevitables que pueden resultar en un intento de asalto o alguna otra agresión. Existiendo la posibilidad de enfrentarse a circunstancias como estas, debemos actuar y buscar opciones que reduzcan cualquier situación de peligro.
Por lo general, se piensa que somos más propensos a ser víctimas de un robo cuando caminamos, sin embargo, mientras conducimos también podemos sufrir un evento de este tipo. Un cristalazo mientras conduces es un método que utilizan los delincuentes para quitarte el vehículo o tus pertenencias, siendo más recurrente cuando estamos estacionados.
¿Cómo actuar cuando se es víctima de un cristalazo?
Frente a esta situación no hay una manera correcta de actuar, pero hay acciones que pueden evitar que roben nuestro vehículo o nuestras pertenencias fácilmente.
1. No pararse cuando lancen una piedra al vehículo
Esta es una forma muy usada por los delincuentes para que nos detengamos, por lo que si escuchamos que algo se impacta con nuestro vidrio hay que seguir conduciendo.
2. Estacionar el vehículo en un lugar concurrido
Si nuestro vehículo se encuentra solo en alguna calle, los delincuentes tendrán más tiempo de romper el vidrio. Lo mejor es estacionarlo en lugares de flujo continuo. Tampoco debemos dejar objetos de valor a la vista ni dejar el auto prendido, si no estaremos cerca de él.
3. Si nos encontramos en el tráfico hay que mantener las ventanas arriba
Debemos llevar siempre los vidrios arriba para no dar acceso directo a nuestro vehículo y mantenernos alerta frente cualquier acercamiento. Es importante evitar distraernos con llamadas o mensajes en el celular.
4. Colocar vidrios anti-asaltos
Los vidrios anti-asaltos evitan que este se rompa al primer golpe. Existen sistemas de seguridad eficaces que vuelven los cristales mucho más resistentes y, además, tienen protección UV.
En cuanto a lo anterior, Supaglass ofrece el mejor sistema anti-asaltos. Es capaz de soportar ataques constantes —hasta 20 golpes—, inclusive si es un martillo. Esto nos da la oportunidad de escapar, antes de que el atacante logre romperlo.
Sin duda, ayuda a disminuir la magnitud de las consecuencias de recibir un cristalazo mientras conduces. Además, evita que las astillas lleguen al conductor y acompañantes, gracias a procesos químicos y mecánicos utilizados en su elaboración.